EXITO PERSONAL

sábado, 6 de agosto de 2016

LO QUE CADA UNO CULTIVE, ESO COSECHARA.

Quiero cultivar esfuerzos, porque deseo cosechar luminosas realidades. ¿Cual es el agua que riega y fecunda los granos de mis esfuerzos? LA META: LOS IDEALES QUE DESEO CONSEGUIR. Nunca me preocuparé porque mis metas sean demasiado elevadas porque es preferible apuntarle a un águila y darle a una golondrina que apuntarle a una golondrina y darle a la vaca del vecino. "Hay que aspirar a ser Papa para llegar a ser sacristán" decían los antiguos. Y por algo lo dirían.

Si tropiezo al tratar de alcanzar mis metas, no me desanimaré, porque todos los que han llegado alto tropezaron en el camino. El único que no tiene peligro de tropezar es el gusano porque vive arrastrándose, pero yo no soy un gusano que se arrastra, ni gallina que no se atreve a levantar el vuelo.
El sol que calienta los granos de ideales que quiero cultivar, será la lectura de los consejos escritos en este blog. Los leeré muchas veces hasta hacerlos míos, porque ese sol de buenas enseñanzas hará crecer de manera admirable las plantas de mis éxitos que con tanto cariño me propongo cultivar. 
El viento que trae polen fecundante a la planta de mis ideales, serán las palabras llenas de ánimo que me diré a mi mismo y diré a los demás muchas veces:"Tú puedes mucho más", "Animo: no todo esta perdido". "Adelante que a la vuelta de la esquina puede estar esperándonos el éxito" , etc,etc 

No cometeré nunca el terrible crimen de creer que las grandes metas no se hicieron para mí y que los grandes ideales son únicamente para otros.
Realizaré labores que un fracasado no se atreverá a realizar. Y sin embargo nunca proclamaré mis éxitos. Que me alaben los labios extraños, nunca mis labios. Dejaré que la gente se entere por sí sola de los bienes que hago y de las cualidades que el Señor me ha concedido. Pero mis labios no lo publicarán.

 El grano de maíz puede tener dos destinos: o caer en tierra y convertirse en bella planta y producir muchos granos más, o ir a la boca de un cerdo entre desperdicios. Yo soy como el grano de maíz y no permitiré que mi vida se convierta en alimento para cerdos. La quiero ver multiplicada en frutos. Como el grano, mi vida tiene que caer en tierra, seré regado por los sudores de mi esfuerzo  y seré abonado con mis afanes, mis tristezas y mis fracasos, pero de esos sinsabores saldrá la cosecha de mis triunfos. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario