EXITO PERSONAL

lunes, 22 de agosto de 2016

CÓMO ENCONTRAR EL IDEAL Y MISIÓN DE VIDA?

El paso a seguir es encontrar ese ideal de vida, si aún no lo ves claro: 
Realiza una carta totalmente de felicitación, desde la primera letra hasta la última, sin ningún pero, solo de felicitación, dirigiéndola de esta manera: “Yo te felicito por…” y enuncie de corazón todos los motivos que felicitan a esa persona por lo que ella o él es, no por lo que logró ni por lo que tiene, por ejemplo: No escribas te felicito por que tienes tres hijos divinos, eso no, debes escribir: “te felicito porque a partir de ese hijo aprendiste esto” o “con aquel hijo te diste cuenta de aquello y creciste en esto”, no escribas te felicito por lo que tienes o posees como una casa, al contrario escribe te felicito por lo que significó para ti llegar a tener esa casa o estar en esa situación, te felicito por lo que sacrificaste, por tu esfuerzo, por lo que aprendiste, etc.


Te felicito por la enfermedad que tuviste, no por la enfermedad, sí por lo que  aprendiste a través de eso, por lo que ganaste, por lo que te diste cuenta, por lo que sacaste de esa situación. Y haz una carta larga de felicitación, esa carta será más larga entre más edad tengas, porque esa carta va dirigida para ti mismo, para ti misma; y no la hagas en primera persona, no escribas me felicito, escribe te felicito por..., pero te vas a felicitar a ti mismo. Y al final, al pie de página deben escribir esto: “quiero dar gracias a todas las personas que están en esta vida o ya se fueron y que me ayudaron a ser lo que esta carta dice, y que sea el testimonio de agradecimiento a todas las personas que hicieron posible que yo sea esto; que esta carta sea un agradecimiento privado y un reconocimiento de que todo lo que soy no es solo por mí, es por tantas personas que influyeron en mi vida, por eso que esta carta sea un testimonio de lo que yo soy como persona buena y que sea un agradecimiento  explícito a tantas personas que hicieron bien de mi vida”.

Y felicitarme a mí mismo no es ego, es el reconocimiento claro de que lo que soy no es por mí, sino por tantas personas que influyeron en mi vida.

Y si la carta es larga mejor, porque es el pasaporte para el cielo, si llegamos allá después de esta vida, saquemos esa carta porque nadie va a preguntar que tuvimos o que hicimos o que logramos, lo único que va a importar es lo que fuimos, lo que somos es lo importante.

Hagan esta carta con alguien que quieran mucho como esposa o esposo, o con un hijo o mejor amigo o amiga; que ese alguien también se felicite a sí mismo; luego vayan a cenar juntos  y cada uno lee su propia carta a la otra persona en voz alta y al final humildemente cada uno va a agregar algo positivo que le pueda faltar, como si fuera una postdata.
Bueno, pero ustedes dirán qué tiene que ver esa carta con el ideal de vida? El primer problema es que no nos queremos a nosotros, probablemente no escribas esa carta porque no sabes cómo empezarla, porque para tirarnos tierra somos expertos, pero para decir lo que somos nos cuesta, esa carta es un reconocimiento a lo que valgo, si yo no me valoro como puedo tener un ideal de vida, como puedo tener un valor en la vida si yo pienso que no valgo, que no se, que no puedo; entonces la carta es de por sí la forma explicita de conocerme a mi mismo.


Las cosas que nosotros somos como personas es una perla y cada valor cada cosa que escriba en esa carta es una perla en la vida de cada uno, esas perlas forman un collar y hay un hilo invisible dentro de todo el relato de la carta, que junta las perlas del collar que es el ideal de vida, el valor fundamental que te ha movido para formar todo eso. Detrás de eso está el ideal de vida.

No hagan la carta pensando en el ideal, háganla como se explicó anteriormente y verán algo maravilloso; cuando hagan la carta y la lean en voz alta a la otra persona y viceversa, uno puede discernir claramente cuál valor predominó y verás el ideal de vida.

Esa carta guárdenla y cuando pase algo trágico o alguna situación difícil de la vida, saquen y lean esa carta, les aseguro que es una medicina para el alma, el recordarte lo que eres. Y cuando todo se ponga oscuro en tu entorno familiar, personal, matrimonial, recuerda esa carta, sácala y léela y seguro algo vas a recuperar a dentro, la sensación de que todo vale la pena. Verán que impacto causa en uno y que lindo poder aportarle a otro lo que no ven en sí mismo.

Agradece por lo que eres, por lo que has llegado a ser. Es una sensación de reubicación de que la vida vale la pena, de que vale la pena lo que somos.

Por: Roberto Perez

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