LOS MIEDOS EN LAS
ETAPAS DE LA VIDA (parte 3)
PRIMER MIEDO DE LA
VIDA ENTRE 0 Y 7 AÑOS
A partir de los 0 a 7 años se
enfrenta el primer dragón que es la distancia, al abandono o a que me dejen;
los niños tienen miedo a que sus padres no vuelvan o a que algo les pase si no
están sus padres o acudientes afectivos; en el momento que los bebes nacen
sienten que se mueren en ese instante por la separación que tiene el bebé con
la mamá y eso queda grabado en lo más profundo de la conciencia del ser, por
eso cuando la mamá, el papá, abuela, se va siente lo mismo que sintió al
momento de nacer y por supuesto toda perdida o alejamiento lo sienten peligroso
y quieren evitarlo. Por eso ese miedo se acentúa con la muerte de un ser
querido o una mascota y la manera de ayudarle a vencer ese miedo no es inventando
el cielo del gatito o perrito, se vence con acompañamiento y si hay preguntas
la respuesta debe ser otra pregunta, por ejemplo si fallece el abuelo el niño
pregunta “¿mamá dónde está el abuelo?” la respuesta debe ser “¿tú donde crees
que esta?”, siempre devuelvan la pregunta con otra pregunta y si el duelo es
muy fuerte hagan que dibujen a la persona o a la mascota y le hagan una carta,
igual sucede con la separación o divorcio de los padres, y el acompañamiento
debe ser de ambos padres, teniendo cuidado de no afectar al niño poniendo un
padre en contra del otro, eso genera más miedos. Por eso es importante darles
presencia a los niños, estar con ellos, jugar, compartir, hablarle mirando a
los ojos, dejando al lado el celular, televisor, computador y otros distractores; el estar con ellos todo
el día no quiere decir que realmente estemos con ellos, estar con los niños es
dedicarles tiempo y espacio real para ellos.
Con la presencia ayudamos a
combatir el miedo a la distancia. El agua ayuda a aliviar los miedos, nadar,
jugar con agua porque ese contacto les recuerda el líquido amniótico, tanto así
que aun adultos, cuando un adulto se da un baño recuerda ese niño interior,
ayuda a limpiar los miedos. En ésta edad de la vida se deben poner límites y
tener firmeza, sin violencia.
La
firmeza es el nombre que toma el amor para ayudar al crecimiento. No se
es pianista por no tener un piano y tampoco se es padre o madre por tener un
hijo. Hay que saber tocar un piano, hay que saber tocar el alma y la conciencia
de un niño.
SEGUNDO MIEDO DE LA
VIDA ENTRE 7 Y 14 AÑOS
A partir de los 7 años aparece
otro dragón, el miedo a la cercanía, el miedo a que alguien le haga daño, le
teme a los sitios oscuros; por eso a los niños
de 7 a 14 años hay que darles
confianza y poco a poco irlos soltando dándole confianza y autoridad a sí
mismo, que aprenda a ir tienen autonomía, siendo este el punto medio entre la
independencia y dependencia, aconsejándolo y ayudándolo pero que él o ella se
den cuenta de que pueden solos, dándoles seguridad y la sensación de que ellos
pueden, esto con el fin de que los niños y jóvenes puedan defenderse, el fuego
es el elemento de esta etapa, por eso disfrutan tanto los campamentos y fogatas
al aire libre. En esta etapa de la vida los jóvenes hasta los 14 años ya saben
que un saludo es dignidad y respeto hacia los demás, independientemente de
quien sea. Y en esta etapa es peligrosa la burla, en casa no puede permitirse
una burla severa, porque de ahí nace el bulling y matoneo hacia los demás. Es la
etapa de acatar las normas y ser formadores de nuestros hijos, enseñando
valores.
Recordemos, enseñamos lo que sabemos pero contagiamos lo que vivimos
los niños en esta etapa no tanto te escuchan pero si te miran y si no eres
congruente con lo que haces no te van a creer nunca. Cuidado con el descuido
que cometemos hablando mal de otros y burlándonos de otros delante de los
niños, de nuestros hijos, sobrinos o niños a cargo; y según la mirada que
tengas de la vida eso le contagias, si
ves la vida de forma espiritual eso contagias, si la ves material eso
contagias.
TERCER MIEDO DE LA
VIDA ENTRE 14 Y 21 AÑOS
De los 14 a los 21 años aparece
el miedo al cambio, ya se está en la adolescencia, es la etapa donde no se sabe
qué hacer, es la edad de los monosílabos, cuando se les habla a los jóvenes y
todo es “si, no, bueno”, se tiene un
cambio hormonal, ven raros a los padres, aparecen otros deseos, instintos y
cosas desconocidas; en esta etapa los padres debemos darle seguridad y decirles
esta frase: “siempre puedes contar conmigo”, por eso no hay que atemorizarlos
con actitudes de preguntas interrogativas, si ellos no quieren contar nada, hay
que dejarlos y esperar, decirles “si no me quieres contar, tranquilo (a) no lo
hagas, pero sabes que siempre cuentas conmigo”, hay que saber esperarlos, el
adolescente se abre en cualquier momento y nos cuenta. Se debe dialogar con
ellos, teniendo en cuenta que el arte de dialogar no es
el arte de hablar, es el arte de sentirnos escuchados, muchas veces se
habla de todo pero no se escucha a nadie.
Otra manera de darles seguridad es
siendo una persona íntegra, veraz, de valores, congruente, porque si el
adolescente ve incongruencias no va a confiar y no va a querer ser adulto; en
esta etapa los padres debemos dejar de ser capitán del barco y pasar a ser
faros. Se debe ser un adulto feliz para trasmitirlo, cuidando la mente, el
cuerpo y el espíritu, sonreír y agradecer, de eso es que realmente se alimentan
los hijos. En esta etapa de la vida el elemento es el aire, por eso se
recomienda que estén al aire libre, deben airearse, abrir su mente, estar en
contacto con la naturaleza, el deporte y todo al aire libre.
Lo que no se hace
bien entre los 0 y los 14 años se hace mucho más difícil en esta etapa. El sentido es el tacto, se recomienda hacer
manualidades, arte, tocar instrumentos musicales, que aprendan el arte de toca
no en agarrar. Un matrimonio se mide por el arte de tocar el hombre a la mujer
y la mujer al hombre.
Continuara....
Continuara....
Por Roberto Perez
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