LOS MIEDOS EN LAS ETAPAS DE LA VIDA (parte 1)
Como personas tenemos que
entender los miedos en las etapas de la vida que tengo que enfrentar para ser
mejor, y si puedo entender las etapas de la vida a través de las diferentes culturas
que nos han influenciado en todo el mundo entero y si puedo darme cuenta de la
responsabilidad de cambiar lo que tenga que cambiar; es evidente que la
actividad que yo realice la voy a hacer mejor, porque nadie es mejor trabajador,
empresario o empleado que lo que es como persona.
Para poder tratar estos temas se
han estudiado la antropología de diferentes culturas, se estudia lo más
importante, las claves de comportamiento, pero hay un factor común en todas y
son los miedos. Todas las culturas que
han existido, los que tenían a cargo la formación de las personas desde la
niñez, adolescencia hasta ser adultos, siempre los trabajos de iniciación se hacían
donde las personas tenían que vencerse a sí mismas; de hecho en las culturas
orientales uno ve las artes marciales donde las personas deben vencer al contrincante,
pero en realidad todas estas artes marciales se basan en que las personas
tienen que vencer su propio miedo y estar en un estado de interioridad tan
fuerte, que pueda responder a lo que este afuera de forma armónica.
Es decir en las pruebas de
iniciación el trabajo es con los propios miedos; si uno gobierna sus propios
miedos tiene el estado que tiene que tener para enfrentar cualquier situación exterior,
se hacían rituales de iniciación porque una persona se
conquista a si misma cuando gobierna sus miedos y esto no vale solo para
temas espirituales, esto vale para la vida; si un empresario, deportista,
padres que tienen que tomar una decisión si tiene miedo está condicionado por
miedo y muchas veces asumen algo sin seguridad.
¿Será que en todos los factores
de la vida, lo que impide que lleguemos a nuestra plenitud es el miedo?
Recuerden esto: lo opuesto al amor no es el odio, es el
miedo; el odio es un estado emocional. ¿Qué es amar? Es querer o buscar
el bien según Platón y el bien es el desarrollo pleno del SER con sus talentos
y dones, o sea que amarte a ti mismo es querer tu desarrollo pleno, el amor a uno mismo es desarrollar todos mis dones y talentos y
no tiene nada que ver con el egoísmo. El amor propio siempre busca avanzar
hacia el propio crecimiento, busca avanzar y superarse. El miedo hace que no te
desarrolles, que te quedes en lo seguro, en lo cómodo, el miedo hace que te
achiques, el miedo siempre dice tapa y calla, el amor siempre dice abre y
habla, por eso en un matrimonio cuando no se habla y abrimos lo que pasa se va
directo a la muerte del matrimonio; cuando el miedo conquista nuestros vínculos,
entonces no digo, no hablo y empieza a deteriorarse el vínculo.
La salud
de la convivencia, es directamente proporcional a la posibilidad de decir lo
que nos pasa. En una familia, en una organización no digo lo que me pasa
porque pienso que me van a rechazar, se
ofenden o porque me van a criticar, la convivencia se enferma por miedo a lo
que el otro piensa y si esto se vuelve costumbre la enfermedad se vuelve grave.
Por eso el miedo traba y es opuesto al amor. El amor siempre quiere la plenitud,
el miedo quiere la seguridad.
¿Entonces…
por qué no somos mejores nosotros? Porque por miedo no hacemos lo que
tenemos que hacer, no nos lanzamos a la aventura de avanzar y de decidirnos a
cosas nuevas, nos quedamos en lo seguro, estamos invitados siempre al mar y
terminamos siendo lagunas; entonces las culturas del planeta invitan a superar
los miedos para que las personas aprendan a conquistarse a sí misma y gane su
libertad, cuando la persona decide desde su libertad está siempre creciendo
bien, pero si la persona decide desde sus miedos siempre va a cometer acciones
u omisiones que a la larga nunca va a llegar a la mejor versión de uno mismo;
pero cuando la decisión la tomas desde tu libertad decidiendo lo mejor, aunque haya
riesgos y sea difícil, y aunque esos resultados muchas veces no es como uno
espera, ese camino siempre va a lograr la mejor versión de cada uno.
Detrás de cualquier conducta
reprochable en el ser humano, siempre hay un miedo, al que dirán, a lo que
pueda pasar. Entonces se debe preguntar
cuál es el miedo que hizo que se tuviera la conducta reprochable. Si somos
padres se debe preguntar esto a nuestros hijos, qué miedo te impulso a eso, el
miedo a que te falte algo, el miedo a no ser como otro, por eso es bueno
preguntarnos: ¿actuamos desde nuestra libertad o nuestros miedos?, el miedo es constitutivo de nuestra condición
humana, por eso el miedo no es malo, lo malo es no reconocerlo, el secreto está
en descubrir que miedo me puede atrapar y ganarle; porque cuando uno está en un
estado de libertad interior puede afrontar las situaciones de otra manera pero
si el miedo me atrapa lo que sea de afuera empieza a ganarme. Y esto tiene que
ver con toda la vida de una persona.
El miedo siempre va a estar, no
debemos dejarnos atrapar de él, se debe conocer
los miedos no decidir desde ahí, se debe
decidir desde la libertad. “El miedo es a la vida, lo
que el viento es al fuego”, si hacemos una fogata y el fuego es
consistente el viento lo anima y hay más luz y calor, pero si el fuego es
inconsistente el viento lo apaga, el problema no es el viento, es la
inconsistencia del fuego. Entonces en una situación que produce miedo lo que se
está probando es tu consistencia personal, si tienes que tomas decisiones y te
producen miedo, vas a sacar lo mejor de ti, pero si no tienes consistencia
personal esa situación lo que va a provocarte es miedo y te achicas y te apaga.
Muchas cosas relevantes en la vida producen miedo, produce riesgos, pero la
transparencia es sinónimo de libertad, cuando tapamos las cosas enfermamos la
convivencia. El miedo es un “amigo enmascarado” que llega a la vida para probar
nuestra consistencia y si tengo miedo en lugar de taparlo, debo decirle
bienvenido y enfrentarlo, y decirle ahora me toca ganarte y dominarte.
EL MIEDO IMPIDE EL AMOR INCONDICIONAL.
POR ROBERTO PEREZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario