LOS MIEDOS EN LAS ETAPAS DE LA VIDA (PARTE 2)
Para continuar con los miedos en las etapas de la vida, recordemos ¿Que es sabiduría? No viene de saber, vienen de sabor, sabiduría
es la capacidad de saborear la vida; una persona sabia es aquella que aprende a
saborear la vida, a degustar la vida, la sabiduría no tiene que ver con acumular
conocimientos, tiene que ver con experiencias bien digeridas de la vida, tiene
que ver con la mirada de alguien que está a gusto con la vida, por eso la
persona que anda con cara de indigestión no tiene sabiduría; por eso muestra
con tu rostro tu sabiduría.
La sabiduría siempre busca encontrar
el sentido profundo, lo que tengo que aprender de las cosas, lo que está
escondido detrás de alguna situación y que tengo que darme cuenta. El sabio no
tiene que ver con intelectualidad, existen sabios hombres y mujeres de culturas
antiguas hermosas de la tierra que han enseñado muchas verdades que muchos
libros de gente con títulos. La sabiduría es el arte de discernir lo que es esencial
de lo que es accidental y a veces perdemos demasiado tiempo y energía con temas
que no son importantes ni esenciales, y lamentablemente no le dedicamos tiempo
a lo importante y valioso.
Pero nadie puede gustar la vida,
disfrutar la vida si está atrapado en los miedos, si yo estoy atrapado en los
miedos, me escondo, tapo, no soy transparente, en el Génesis dice que Adán y
Eva estaban desnudos en el paraíso y desnudos significa sin nudos, no quiere
decir que estaban sin ropas, significa que la condición paradisiaca del ser
humano es ser transparente, sin nudos; por eso el paraíso lo podemos vivir aquí
cuando somos transparentes los unos con los otros; yo elijo el paraíso cuando
elijo la transparencia. Por eso cuando el ser humano empezó a usar mal su
libertad, dice la Biblia, se tapó porque le dio vergüenza y se escondió. Eso es
propio de la condición humana, tapamos nuestras debilidades, tapamos lo que no
nos gusta, escondemos los miedos, porque pensamos que somos débiles; pero
descubrir y aceptar los miedos y debilidades nos hace más fuertes; tapar los
miedos es escondernos y nos aleja de la fe.
El paraíso esta en lo que yo
haga, por eso debo ser transparente conmigo mismo inicialmente, “toma tu vida
en tus manos” y ¿que sucede?...algo terrible, ¡ya no hay nadie a quien culpar!,
dejamos de culpar a alguien, no te justifiques
y toma el control de tu vida; “justifica tus limitaciones y siempre las
tendrás”.
Entonces la sabiduría depende de
que yo gobierne mis miedos y no que me achique, y que diga lo conveniente, no
digamos las cosas por quedar bien, es mejor callar. En la vida cuando se apaga el sentimiento,
empieza el acostumbramiento y cuando acaba el acostumbramiento empieza el
resentimiento; si algo hay que encarar, entonces encarémoslo y
soluciones. El amor y la sabiduría se conquistan cuando uno es libre
internamente, cuando uno puede decir lo que piensa y lo que siente. La gran
libertad de un ser humano, es cuando la persona realmente desde su propia
interioridad, libre y sin miedos puede decir esta frase “el otro HACE, no me HACE”,
el otro no me hace nada, nadie nos hace nada, eres libre, si otro actúa mal y
te agrede, no te hace sentir mal, es el otro quien actúa mal, nadie puede
hacerte nada si eres libre, no estas condicionada a lo que te digan o te hagan.
“Enseñamos lo que sabemos, pero contagiamos lo que
vivimos”, no contagies hablar mal de los demás, si debes decir algo de
alguien, háblalo directamente con quien debas hacerlo. Aprendamos a volver al paraíso
que es la transparencia.
Las culturas antiguas decían algo
que la ciencia hoy confirma: los seres humanos cada 7 años renuevan sus células
y tienen un cambio hormonal, el ser humano atraviesa permanentemente 12 ciclos de 7 años, es decir 84 años, los números
no significan solo cantidad, significan cualidad. El numero 12 significa la
manifestación, por eso Jesús tuvo 12 apóstoles, Buda tuvo 12 discípulos, hay 12 signos del zodiaco,
la Virgen tiene 12 estrellas, en fin, significa manifestación. En las culturas
y tribus antiguas a los 84 años hombres y mujeres formaban parte de las grandes
decisiones. Pero el momento más importante es a los 42 años. Cada 7 años las
personas entramos en crisis, los matrimonios y las organizaciones humanas,
siguen ciclos de 7 años, estas crisis empiezan aproximadamente 9 meses antes y
9 meses después de cumplir años, cada 7 años. Pero la palabra “crisis” se
escribe con K viene del verbo “krino” y significa decidir y crisis significa
momento de decisión; quiere decir que cada 7 años la vida me invita a revisar
mis decisiones y me dé cuenta si mis
decisiones están en orden a la mejor versión de mi o no, por eso si somos
creyentes, Dios me está invitando a que no pierda mi vida, a que no la
malgaste, a que no vaya por un camino equivocado, a que realmente llegue donde
debe ser.
Por eso el ser humano entra en crisis y a veces, como no tenemos
conciencia lo recibimos como una revolución, no me siento bien con esto, no me
gusta aquello y llega un periodo de sensaciones que no podemos definir y no
sabemos que detrás de eso hay un factor común y es que todas las energías
empiezan a moverse; Serrat lo dice mejor como poeta: “De
vez en cuando mi vida toma conmigo café, y está tan bonita que da gusto verla,
se suelta el pelo y me invita a subir con ella a escena” , me invita a
que me ponga en escena y me mire, no
para que me juzgue, no para entrar en dramas, es para que me corrija en lo que
tenga que corregir.
Tengamos esa experiencia de
revisión de vida, sin buscar culpables, la vida te pide que te revises. Y dense
cuenta que muchas elecciones y decisiones las hemos tomado con miedo, a veces
sin darnos cuenta.
La vida tiene 5 “dragones” o
miedos, en las diferentes etapas de la vida; estos miedos llegan hasta los 42
años y a partir de ahí continúan en forma de espejo, por eso los abuelos se
parecen un poco a los niños y tienen los mismos miedos, por eso tienen una gran
afinidad. Por eso en la antigüedad era los abuelos los que formaban los niños;
pero se debe tener cuidado, los abuelos deben enseñar a los niños las grandezas
del ser humano y no las miserias.
Hay dos tipos de personas, los
que duran y los que maduran, los que duran envejecen y los que maduran se hacen sabios, el que dura se queja
de todo y siempre tiene cara de indigestión, el que madura siempre tiene una
sonrisa y siempre tiene motivos para agradecer. Por eso fíjate en la cara de
aquel que te recibe, si te recibe una sonrisa y una cara agradecida, ese va a
ser una gran formador, de lo contrario es mejor tomar distancia.
Hay un miedo que inicia a los 28
años y termina a los 42 años, son 14 años luchando contra este “dragón”. A veces las crisis se manifiestan con
problemas, con adversidades, con vientos que soplan para que te des cuentas,
pero a veces llegan solo con la reflexión que algo tengo que modificar, no
siempre la crisis significa dolor y drama, pero si eso sucede es porque no he
querido escuchar.
Tengamos presente que cerca de
cada 7 años, nos escapemos y estemos en soledad. Soledad
significa ponerle sol a la propiedad. La palabra soledad es una
experiencia antigua de retirarme y tratar de ponerle luz y claridad a mi vida,
a mi edad. Una persona madura es aquella que sabe retirarse a la soledad, a
reencontrarse con uno mismo. Ser solitario es estar en
ausencia de los otros, estar en soledad es estar en presencia de uno mismo.
Pero nunca ser solitario es sano, pero estar en soledad indica gran madurez.
Por eso es bueno retirarse a la soledad.
A los 42 años de edad, se
atraviesa una puerta, el ser humano elige el SER o el TENER, si elige el tener
se le puede ir la vida restante en tener y sostener lo que tiene y hacer
demasiado para hacer y sostener; pero si elige el SER elige la vida entendiendo
que lo importante es aprender, es compartir, es crecer interiormente,
recordemos que crecer no lo podemos evitar, es propio de la condición humana
como envejecer; pero creser con “S” depende de ti. Y los que han dedicado a
trabajar su SER son los sabios. Y las culturas antiguas decían que a los 70
años una persona se convierte en una persona vieja o una persona sabia; pasa a
ser un lastre en la vida de los demás o pasa a ser un faro en la vida de los
demás.
Por eso acércate solo a las personas sabias y conviértete en una persona
sabia.
Por Roberto Perez.
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